Amarme mejor – Dia 06: Puedo dar forma a mi deseo haciéndome
más grande y más segura respecto a este
Al intencionar este día, y ahora que se mejor lo que quiero
y lo que no quiero, pedí al universo que hoy me muestre lo que mejor conviene sobre
este deseo que tengo, para que se vaya nutriendo de hechos y tome forma más
concreta, y así poder manifestarlo con confianza y verdaderamente. Una cosa
importante que descubrí, al pedir esta orientación, es que aun entre tanto
comunicar, y dar, y expresarme y esperar, y entregarme y soñar…no había sido
nunca clara y especifica en lo que quiero y en como lo quiero, un poco por no
saberlo con precisión (falta de experiencias), otro poco porque pedir algo
estaba prohibido (así me enseñaron) y me daba pena, y finalmente por no saber
comunicarlo de forma segura, clara y directa. Al parecer podía gritar a los cuatro vientos
como me siento, ofrecer amor abundantemente, decir lo que me molesta,
sincerarme hasta la medula y aun así no obtener nada porque no me estaba
enfocando en descubrir, expresar y procurarme exactamente lo que me era
necesario, merecido y bueno. No de casualidad me comprometí mediante este
diario a pensar “por y para mí”, valorarme, reconocer mi poder y velas por mis
necesidades y deseos.
Con esto de tener tanto para dar y no haber podido concretar
un lugar tangible de reconocimiento, es difícil sentirse seguro del valor de
esa riqueza personal. En relaciones, con muchas personas indiferentes o
innacesibles o poco demostrativas emocionalmente es muy difícil desarrollar la
propia habilidad de amar, y lo que es generosidad se convierte luego en
necesidad, en vacío, en un sueño y en algo cada vez más difícil de alcanzar.
Desde esa perspectiva se pierde casi totalmente la confianza en que lo que se
tiene para dar alguien lo podrá apreciar…y es así como comienzan los esfuerzos
sobre humanos o desesperados o angustiosos por demostrar esa belleza interior
que parece no tener una vía tangible para fluir de verdad y hacerse
satisfactoriamente real…o por lograr algo con ello
Como ganar esa confianza y seguridad en que lo que somos y
ofrecemos se puede disfrutar? Como sentirse nutrido, satisfecho o recompensado
en esa propia verdad? Como pasar de sentir que querer no sirve de nada a saber
con orgullo las ganancias que eso da?. Cuál es el objeto y el valor de amar? Como
convertir eso en una fuente de energía valor y poder personal (y no en un
despilfarro por el cual sufrir y penar)?.... Si algo aprendí de algunas
personas poderosas que tampoco sabían amar (o vincularse de verdad), es que
tenían una tranquilidad asombrosa para aprovechar los recursos, personas y
situaciones que se podían presentar (por desapego natural). Yo los veía como
malvados porque no se preocupaban por nadie más, solo satisfacían deseos
egoístas, vacíos y ya, pero indudablemente tienen una gran cualidad a imitar y
es esa seguridad para dejar cada cosa en su lugar y saber cuándo y cómo actuar.
Amar y servir desde esa sobrada calma definitivamente sería una liberación
personal, haría posible dar y amar sin convertirlo en una búsqueda ciega o en
una entrega desmedida que nos pueda perder o desgastar. Sería una muy
inteligente y sabia forma de saber cuándo y cómo dar, y encima ganar bienestar
personal, vincular o social…y eso sí que estaría genial.
Entendiendo esto, pude ver que se había repetido ante mí una
actitud de temor en el otro que yo no había sabido entender o aceptar, con
frases como “con tanto de ti me prefiero alejar” “eres intimidante” “no soy la
persona adecuada para ti” etc… yo solo veía desde mi pura e insatisfecha intención
de amar, que “todos” rechazaban mi amor, mi sentir y a mí misma como tal…eso me
dolía, me avergonzaba, me hacía
renunciar, pero no fue hasta que dije “Estoy cansada!, Por qué será que voy por
los que se van a asustar”? (Estaba
aburrida de que no pudieran asumir un reto y ya) y allí, justo con es altivez,
descubrí que yo también estaba usando mi
poder y dominando en un área particular!. Es decir, de alguna manera (inconsciente claro está) elegía a quien demostrar
mi experticia al amar, a alguien que fuera un reto y que se supiera sorprender
o que supiera valorar mi potencial pero que al mismo tiempo me reflejara su
propio poder personal (que era lo que me atraía en primer lugar), y el
resultado era que no lo podían manejar (como quizá yo tampoco su asertividad). Entonces,
algo resaltante aquí es que estar en
desventaja, ser débil o la víctima es una perspectiva irreal, y el poder
personal, tal vez más que aprenderlo para vencer algo o a alguien más, también hay
que descubrirlo y reconocerlo en nosotros donde ya está, para balancearnos
interiormente e ir por aquello que nos hemos propuesto o que nos llama
inevitablemente.
Reconocer y cumplir un deseo tiene que ver mucho con la
forma en que nos vemos a nosotros mismos con respecto a la meta y el proceso de
llegar a ella, de modo que podamos tomar lo anhelado entre las manos y no
perdernos en su inmensidad como si no fuéramos dignos de ello. Estás de acuerdo?
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