Amarme mejor - Día 04 - Reconozco mi valor y mi riqueza interior para saber amar
Cada experiencia previa de carencia y desamor me ha podido
enseñar todo aquello de lo que si me quiero rodear. En un pasado que me
abrumaba solo podía huir, callar, soportar, alejarme, enojarme, pelar, luchar,
rendirme y una cantidad de cosas que me mantuvieran a salvo de la frialdad,
sequedad, crueldad o injusticia que podía contemplar, recibir, percibir o que
me pudiera afectar. A la par de aquel panorama, también tenía esta convicción
natural de que de alguna manera yo podía solucionar las cosas y a la vez
proteger a los demás, pensaba que cualquier esfuerzo o sacrificio valía la pena
si al final lograba un ambiente de amor y paz… pero mi ciego empeño de triunfar
solo me privó de lo que quería en realidad, y llegué a un punto en que de esa
entrega no me quedaba nada y tampoco podía más.
El mayor error en mis intentos de concretar mi visión en los
demás, era eso de esperar a que la armonía de amor viniera de situaciones y
personas que nunca iban a cambiar y que simplemente no creaban un cálido
ambiente con su forma de actuar. Sabiendo que todo el amor que veía faltar yo
lo tenía en mí y lo podía dar, me acostumbré a llenar los vacíos de afuera, de las
situaciones y de los demás… hasta que me terminó yendo peor que mal, porque entendí
que no estaba cambiando nada a mi favor, cada quien tomaba su parte, se iba a
lo suyo y todo para ellos seguía igual, y para mi: fatal.
Aquello me causó una muerte, tenía dudas sobre el sentido de
lo que quería dar y lograr, me rendí por todas partes y no hubo nada ni nadie ahí
para hacerme levantar. El resultado era que mi propia vida había quedado vacía,
sin amor y sin ambiente que armonizar, todo lo había invertido en los demás. Cuando logré resucitar a solas en mi propia
cualidad e hice las paces con mi verdad (sin esperarla en los demás), pude al fin notar a la gente amorosa,
demostrativa, generosa y mucho más, y así comprendí que para conectar con eso y
con ellos, no se trata de buscar o forzar, sino de ser, aceptarse, abrirse,
mostrarse y dejarse amar. Hay que saber que eso anhelado y buscado se puede
manifestar libremente en cualquier forma, persona y lugar que Dios nos quiera mostrar.
Solo hay que relajarse, disfrutar de la propia perspectiva natural y conectar
con lo que es similar.
Una forma de amor humanamente viable e importante para mí,
como ven, es comunicar…siempre espero apertura y honestidad. Sin embargo, es
apenas hasta ahora con este diario de amor propio que siento que me estoy
expresando de esa forma que supuestamente necesitaba de los demás (como dije
hace poco en mi Instagram @jhozo: “el vacío que sentimos es a causa de lo que
no hemos sabido dar”)... Así que con ésta, que al parecer es mi mejor forma de
amar libremente, puedo confiar en que conecta con algún corazón similar.
Hoy, en la práctica, me observé rompiendo con una situación como
aquellas en las que “esperando” ver, dar, recibir e intercambiar amor, solo me veía
invertir, dar, ceder, intentar… sin que nada pudiera cambiar. Y por primera
vez, el amor, el cuidado y la compasión que podía sentir por otros no fueron
tan prioritarios e importantes como mi valor y dignidad. Hoy me estaba
regalando más amor del que podía dar, me estaba respetando de verdad y lo mejor
fue no tuve necesidad de herir o dañar, no fue una reacción sino una decisión honesta
y real. Tan solo comprendí y acepte eso que la realidad me pedía comprender y
aceptar, lo que no era capaz de reconocer antes de este compromiso propio de
amarme mejor y más.
Y vaya sorpresa en
medio del malestar de aquella decisión, quién diría, que todo ese amor mío que
nadie quiere, que tanto asusta, y que mucho aleja, lo necesitaría yo misma en
este momento en el que entre recuerdos me abrumaba la belleza ingenua de aquella
actitud esperanzada, de cada intento, las ilusiones y los esfuerzos, el darlo
todo!... y no haber logrado nada con eso. Hoy me di ternura y compasión por
cada momento que con todo entusiasmo tomé cada riesgo en el que por ingenuidad
y generosidad me olvidaba del feedback. Hoy que pude apreciarme, valorarme
mejor y también llorar, me quise mucho más
Finalmente, para darle a todo esto aún más utilidad, les diré
que De aquellas experiencias asimilé que cuando se trata de ser valorado,
apreciado y reconocido (teniendo cualquier cualidad), todo es cuestión de
autoconfianza y poder personal y no solo de dar y amar. Porque en esa mezcla de
dar generosamente y tener poder personal, el truco está en saberse administrar
y reconocer la manera de darse un valor practico y real…porque darlo todo a
cambio de nada es hermoso pero no es una estrategia que diga a los demás
“invierte aquí por más” o “cuídame que valemos lo mismo o “no me dejas para el
final”. Cuando no sabemos esto, así
seamos maravillosos, fácilmente nos podrán usar y desechar. No se trata tampoco
de ser egoísta, egocéntrico o tener poder sobre los demás (aunque ese es el
tipo de personas que me enseñaron lo que no veía en el solo dar y dar y dar…)
pero si se trata de darse el valor propio que luego naturalmente también notaran
los demás.
Y tú, sabes amar a otros amándote mejor?
Jhozo
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