Cuando dejas en manos de otros, el destino de la relación que esperas tener con ellos, muy posiblemente encontrarás insatisfacción, y cuando insistes en fabricarlo deliberadamente, también.
No puedes dejar que otros adivinen tus necesidades pero tampoco puedes obligarlos a satisfacerlas. Así que, además del justo balance entre una cosa y otra, es importante que te permitas conocer a quienes te rodean para gozar de la abundancia que cada uno, en si mismo, representa.
Si te concentras demasiado en esperar y obtener algo de una persona, te olvidas de pensar quien es, que tiene para dar, que necesidades tiene; y solo sabiendo esto podrías descubrir lo que realmente puedes esperar y obtener de ella.
Regala, dentro de tu corazón, a cada uno, la libertad de ser y estar auténticamente, y descubre en ellos lo mejor y lo positivo; no gastes tu tiempo esperando y pidiendo, inviértelo en descubrir, conocer y aprovechar lo que esta realmente allí, y que puede ser para ti, si te lo permites.
No dejes que el placer de encontrar y disfrutar las maravillas de cada individuo, se empañe ante la persistente idea de llenar tus carencias buscando ciegamente en sitios equivocados. La próxima vez que tengas frente a ti lo que buscas, aprovéchalo y disfrútalo sin temores, pero deléitate, cada día, con todas esas cosas que no buscabas pero que seguramente pueden llevarte a descubrir felicidad.
Jhozo
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