Actualmente, y desde siempre, el comercio se basa en la emocionalidad, desde
el tema del neuromarketing que es quizá más preciso, hasta el tema de las redes
sociales que prácticamente luce como una migración emocional de un punto a otro.
Muchos artistas basan el lanzamiento de sus canciones, no
necesariamente en su contenido y calidad de la letra, o ya ni siquiera en la temática
del video que es un recurso extra para venderla, sino en una supuesta historia
que se presenta detrás de ese producto.
En la mayoría de los casos se juega con la idea de un
romance o de una triste y polémica ruptura entre un famoso y otro. De ser
reales, se juega a aplazar estas noticias para que sean fáciles de manejar públicamente
por los implicados y para que además sirva de provecho para el impulso de la
carrera, producto o negocio del interesado.
En la política sucede similar, sobre todo porque los grandes
consumidores de cualquier idea, personaje o producto, son los jóvenes seguidores
de “Tendencias”, por ser precisamente más emocionales y menos conscientes de la
historia o la experiencia que antecede a cualquier hecho novedoso, terminan usando
así su gran inteligencia para sacar conclusiones basadas en cada vez menos información
Hoy en día, la frase “periódico de ayer” ya parece que
hablara de un milenio atrás y no de un día atrás. La información se desecha en
un segundo pero permanece en el subconsciente con un impacto visual cuya interpretación
puede estar basada en una asunción, en desconocimiento, en la emocionalidad, en
lo aparente o en un truco….sobre todo si la reacción no es investigar profundamente
el origen, la razón, el propósito, la lógica y los intereses de ese titular
ambiguo, de esa imagen insinuosa, de ese rumor sin fundamento, de ese
señalamiento sin pruebas ni efectos.
Ir al ritmo del marketing musical, político, cultural, virtual,
espiritual, etc , que hoy en día dice habernos liberado de estereotipos y
prototipos a los cuales debemos someternos para ser “alguien en la vida”, para
ser los mejores, para ser aceptados, o para poder sentirnos bien… supone que lo
que nos une verdaderamente es la parte humana, emocional, instintiva, animal…Esta
estrategia basada en nuestra comunión espontanea no necesariamente es usada con
sinceridad, con verdad, con justicia, con honestidad, con veracidad… no siempre
con la intención de formar valores de igualdad o llenarnos de conocimiento
libre de polaridad, sino especialmente para generar un oleaje de emocionalidad
a favor de quien origina la matriz de opinión, la causa que defender, la lucha
que encabezar.
Sabiendo de esas herramientas de influencia visual, poderosa,
hipnótica, engañosa, esclavizante de la realidad de consumo (y sabiendo
aplicarlas verdaderamente), si yo quisiera usarlas para promover mi causa, (sobre la
consciencia plena y la paz absoluta, libre de polaridades, de etiquetas, de luchas,
de falsas clasificaciones, dispuesta a la complejidad, a la diversidad, a la
totalidad de lo que somos), para demostrar cómo somos manipulados y dominados
por una foto, un tweet, un influencer, un colectivo…Me encontraría con la otra
cara de esa moneda: El alcance que tienen las redes sociales no es libre y
total, es controlado y limitado para que sea visible el que más paga, o el que más
vende, o el que más conviene a determinados intereses. Se puede evitar que tu
contenido sea visto incluso por tus propios seguidores si no te apegas a
ciertas políticas o condiciones o trucos, puedes ser “Baneado”, seas quien seas.
Además claro está, las masas siguen lo que siguen, lo que es tendencia,
escandaloso, cool, etc… y esa respuesta es espontanea.
Aceptando entonces que siempre hay alguien teniendo el conocimiento
de esto y por ello posiblemente el control de lo que
consumimos (sean productos, estilos de vida, aspectos, emocionales o verdades),
cabe preguntar Que es realmente la
libertad?.
La única forma de liberarse de una realidad impuesta, o un
sistema, es tener control sobre nosotros mismos y sobre la forma como decidimos
manejarnos frente a todo este entramado psicológico y emocional, que no solo está
afuera, sino precisamente dentro de nosotros.
Tienes el control? ;)
Jhozo
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