Pasamos tanto tiempo queriendo darlo todo por quien no nos dio nada, queriendo mucho más de eso que nunca recibimos, usando todo y a todos como coartada para nuestra fantasía de vida. Soñando, alucinando!
Luego nos preguntamos ¿Quien era esa persona que deseaba entregarlo todo si dudar?, ¿se parece hoy a mi? ¿En que estaba pensando?. ¿Estuvo bien o estuvo mal?
Y resulta que después de todo, era parte de nuestras bondades naturales, del dar sin exigir, el arriesgar sin dudar y sin temor; es la etapa donde exploramos nuestra naturaleza sin la posibilidad de analizarla como lo haremos con el pasar del tiempo, al mirar atrás
Somos grandiosos, siempre lo fuimos, y la magia sigue dentro esperando impregnar todo aquello que ahora nos es desconocido.
Pudiéramos decir que somos unos tontos al ser víctimas de nuestra propia naturaleza, pero lograríamos reprimirla y a concluir que volver a entregarse con pasión es un error de la vida!, lo que no es más que miedo, flojera de sentarse a discernir lo que realmente era provechoso de la experiencia.
Todas las experiencia son una exploración de nuestro propio ser, y poco tiene que ver con lo que elijan otros, los llamados buenos o malvados. Detenernos a mirar lo que fuimos, no tiene que hablarnos del mundo sino de nosotros mismos, de todo eso que aun nos complementa.
Somos lo mejor que podemos ser, por eso es fundamental entender eso que somos. Observándonos.
Nos comportamos según la realidad que ocupa nuestra mente, nos hacemos amorosos al pensar que todo está bien, lo damos todo imaginando que eso garantiza la continuidad de las historias, vivimos una vida que solo está en nuestra imaginación para entender luego que cada uno tiene la suya… Pero no hay otra manera de vivir, sino buscando los personajes de nuestra historia, lo escenarios, los detalles.
Exploramos el mundo teniendo ya un punto de vista, hasta que este deja de ser suficiente o es arrollado por la infinidad de opciones que el universo nos presenta.
Abrir la mente, abrir los ojos, abrir el alma, el espíritu y la conciencia para vivir, hará nuestra visión infinita para seguir soñando…
La vida siempre será solo un sueño alucinante, no estábamos equivocados.
Jhozo
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