Convencidos de cómo queremos que sea algo y esperanzados de que así será, ponemos nuestra energía en poderlo transformar.
Pero, soportar lo que nos hace daño con la desesperada creencia de que sea eso lo que nos lleve a obtener lo que deseamos, es un manera de manifestar que no estamos seguros de merecerlo.
Cuanto más larga esa ruta de sacrificio del yo por lo deseado, del ser por el tener, mayor el cansancio, y la ilusión se vuelve desencanto. Es como luchar por algo y llegar a ello demasiado dañado para disfrutarlo.
La entrega, la pasión el amor y la consistencia que invertimos en completar un objetivo, que obviamente puede implicar sacrificios, también deben acompañarse de confianza, asertividad y autoestima sana, para garantizar que estaremos aun mejor al lograr lo que hemos soñado.
Somos más valiosos que nuestras metas, y conseguirlas no debe ser a costa nosotros mismos, ni de otros, solo de nuestro esfuerzo.
Recuerda que tu eres la fuente de tus sueños , pero también quien deberá lograrlos y sobre todo disfrutarlos, te necesitas entero!
Jhozo
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