La reciprocidad no siempre está donde esperamos o como esperamos, pero el equilibrio de dar y recibir es algo que debemos reconocer y procurarnos ...valorando lo que somos, reconociendo lo que gozamos y abriéndonos a lo que necesitamos:
Hasta hace poco estuve "cargando" amorosamente con todo lo que no era mío, yo solo me sentía llena de amor por todos hasta que escuche con tono de lástima de boca de uno de mis "protegidos" que yo sólo era una tonta que se creia por encima de ellos y que tuvieran cortesía conmigo en lugar de desprecio hacía mí... No niego que me sentí malamente sorprendida, desvalorada, reducida, atacada y ofendida ...Pero eso cerró para mi un patrón y un ciclo de amor y servicio, en desperdicio. Escucharlo me iluminó mas que todo lo que había enfrentado:
Cuando fui amable con la pareja de alguien cercano para que tambien se sintiera bienvenido y parte, me pusieron intenciones que jamas se me hubieran ocurrido y que no van conmigo..
Cuando en una fiesta fui considerada con la persona que notaba excluida y le saqué conversación de una vieja experiencia compartida, fingió haberla recordado y decidió que yo estaba hablando locuras a causa de la bebida
Cuándo a personas en situación difícil de su vida les di palabras gentiles sobre si mismos pensando que eso los elevaría a mejorar su camino, respondían suponiendo que mi interés era romántico o algo parecido
Cuando quise proponer conversación a alguien que me importa con interés de compartir, pasarlo bien y unirnos, reaccionaba de forma agresiva como si yo fuera molesta, bruta o entrometida.
Cuando en verdad mostré interés romántico me encontré con alguno que usaba eso para tomar una posición egocéntrica que me hiciera parecer necesitada o alguna cosa parecida
Cuando me preocupé desinteresadamente por los asuntos de alguien querido me acusaron de querer sacar tajada o partido...
Cuándo necesite algo en el mismo lugar que lo daba todo, me lo negaron para darlo a manos llenas e otro lugar y buscaron castigarme cuando yo no dan mas.
Mi historia con este tipo de respuestas inesperadas y decepcionantes es larguísima, y dolorosa, pero .me ha enseñado que la buena intención, el amor, el servicio también requiere orden, lugar y límite...y que no siempre es bienvenido, necesario o bien recibido.
También me enseñó que los actos desinteresados y generosos no son algo común ni sobre entendido que la gente crea disponible. Adicional a lo anterior también estuve para personas que no me rechazaron, pero si sacaron injusto provecho de mi amor y servicio:, y mientras yo daba lo mejor de mi o les regalaba generosamente lo que tenía para su beneficio o el de una visión que nos unía, contrariamente ellos me exigían esfuerzos, condiciones y requisitos para poder aspirar al respeto o un trato digno . Nunca valía lo que yo daba, aportaba u ofrecía porque yo no tenía un verdadero lugar o importancia en sus perspectivas....y nunca iban a corresponder, agradecer, sumar, recompensar o valorar lo mismo.
Amar y servir es un deseo del corazón que no debe atentar contra uno mismo, ni pretender reciprocidad, ni desperdiciarse, ni distraernos de muestro propio lugar, camino y destino. Amar y servir merece ser recompensa y debe saber valorarse e invertirse. De lo contrario solo somos un tonto útil o una molestia para quienes ya tienen elegido su lugar, interés y camino (aunque éste no sea compatible con lo que tu ser, esencia y presencia ofrecería).
Amate mejor cada día , para que toda tu riqueza se multiplique en tu verdadero lugar de abundancia y se recompense satisfactoriamente mientras vas andando. Recibir es igual de fácil cuándo eres tu quién es amado.
Jhozo
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