Si te hacen mal tu esperas que el otro pague, si haces el bien esperas que bien te paguen, si amas esperas ser amado, pero a veces parece que así no pasa...
Si Cuando la justicia no sucede de inmediato te sientes herido, frustrado, triste o enojado, recuerda que hay 2 verdades importantes que deben considerarse:
La primera, es que nuestro criterio no basta para comprender, controlar o decidir toda la verdad o lo que corresponde para balancear lo que realmente pasa.
La segunda, es que la justicia divina es magia que se hace presente cuando nos abrimos a atraer, recibir y manifestar lo que en verdad nos corresponde y necesitamos, y no se define por lo que ofrecen aquellas personas, entornos o circunstancias desbalanceados.
Entonces, la justicia divina , es algo que debemos aprender a ver, recibir y practicar en nuestra conexión con Dios, en nuestra apertura al amor y en nuestra actitud, perspectiva y consciencia mas sana y equilibrada. No se trata una justicia que hay que luchar, probar, defender o ganar, sino algo que permitir, aceptar, disfrutar en nuestra consciencia, ser y andar.
La justicia divina no puede estar en manos de algo que no sea la divinidad, pues, es el amor de Dios lo que siempre te podrá recompensar y llenar, y es tu actitud hacia la vida, en tu caminar y contigo mismo lo que te permite abrirte a esa fortuna, bendición y bondad que desde ti has sembrado y en ti has cultivado.
Y si aun sabiendo que todo en tu vida será restaurado, balanceado y recompensado mientras pongas foco en tu evolución y avances, todavía quieres saber que pasará con aquellos que contigo fueron injustos, malos, ingratos... sabe que cada quien cultiva su propio resultado y que aunque este no se trate sobre ti, solo podrás verlo cuando tu mismo estés en balance, libertad y paz, porque sólo desde la luz se ve la verdad y lo que es valioso e importante.
Jhozo
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