Solemos ser vistos a través de aspectos externos de nosotros mismos, y en efecto, al ser la manera más inmediata y práctica de conectarnos con el entorno. Aprendemos a ser tomados en cuenta a través de lo notable para decir: aquí estoy! Existo!
Nos valemos del aspecto exterior y otras características evidentes para conectarnos de manera rápida y superficial con quienes nos rodean. Pero sabemos que en nuestro interior hay mucho más, algo que compartimos o que ocultamos, que a veces se ve y a veces no se ve, pero que forma parte de nuestra riqueza interior.
Cuando podemos compartir un poco de esa riqueza y se nos mira más allá de la externo, como por dentro, la sensación de ser visto es distinta, es más real, y descubrimos que hacerse notar tiene un significado distinto al cotidiano; que la mejor manera de apostar a esa conexión es existir con confianza, con plenitud, completamente, libre de la búsqueda de aceptación o aprobación, de la necesidad de complacer expectativas incómodas, o de la obligación de sacrificar lo que se es y lo que se quiere para encajar. .
Hacerse notar, desde nuestro ser más real y más profundo, es más bien como dejarse ver mientras uno existe cómodamente , como existir sintiéndose descubierto y a salvo, desnudo y abrigado, expuesto y protegido... es mostrarse siendo en libertad y sintiéndose apreciado, es quizá simplemente quererse y dejarse querer.
IG Jhozo!
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