Si hay una poderosa fuente de creación, esa es la mente. Con ella podemos incluso viajar en el tiempo toda vez que recordamos, pensamos y soñamos. Es tan seductora su fuerza que a veces hasta quedamos supeditados a ella...pero, que hay del corazón?
Todo poder conlleva una responsabilidad. Tener una mente brillante también trae algunos efectos secundarios cuando se trata de sentimientos, porque a veces estos quedan relegados o escondidos hasta que no podemos encontrar los o reconocerlos.
No es raro escuchar hablar de la lucha entre la mente y el corazón, es una dualidad casi natural. A veces algunos dejamos que el corazón nuble nuestro juicio y a veces otros dejamos que nuestra mente nuble todo lo demás...Y entonces, como hacer las paces dentro de nosotros mismos? Pues si esa es la intención debemos buscar el equilibrio que nos sea más honesto.
Nunca se ha visto que los sentimientos vengan de la cabeza, allí no existe nada que se parezca a la compasión, la intuición y el amor. Pero mucho se dice y observa de como estos últimos han sanado tantas cosas en el mundo...y al final, todos queremos amor y sanación.
Entonces, poner la mente al servicio del corazón, no sólo podría mantenernos conectados con nosotros mismos y con nuestra verdad interior, sino que podría expandir nuestra conciencia universal frente a todo lo que nos rodea. Deja que tu mente este solo al servicio de tu corazón y hallarás la libertad para existir plenamente compartiendo tu riqueza interior, quiza descubras en ello una buena opción y una hermosa solución. Te atreves? ;)
Jhozo
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