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Yo soy mi poderosa presencia
Deseo concedido
En un tiempo todo deseo me era concedido por Dios, y entre tanta complacencia entendi qué un capricho no llena tu ser de plenitud divina. Desde entonces decidí que no me interesaba desear hasta estar convencida de que era profundo y divino lo que pediria, y allí descubrí que no existe algo específico que tu alma realmente necesite, y entonces me vi sin deseos y sin norte hasta que recordé, con mi ser, un deseo grande que mi corazón siempre había tenido, y lo persegui convencida... pero nunca fue bueno ni posible (me robaba alegría y energía)...entonces acepté mi aparente derrota y escogi la renuncia y la resignación a lo querido, hasta hallar liberación, poder y armonía... Desear no era necesario, solo un instrumento en el camino.
Ya en paz conmigo, y sin deseos que me gobernaran, ahora necesitaba un nuevo sentido y propósito para ir a la vida (estaba claro que se agotaron los que conocía)... Y fue en ese punto donde me abrí a la entrega, la fe, la confianza como formas liberadoras y saludables de reconocer mi rumbo y disfrutar mi camino de vida ...siempre que Dios fuera el guía!
Y es que en lo profundo de tu ser, no hay mejor sentido y propósito de vida que servir a un plan divino que te de verdadera evolución, felicidad y alegría... Y que sea recompensado con el amor abundante que Dios tiene previsto cuando tu eres quien complace el deseo divino de realizarte en la misión que tus talentos facilitan
Cual es tu camino terrenal de abundancia divina?
@jhozo