Se trata de sentir la experiencia de la vida, aprovecharla con pasión y expresarla desde el alma, para que sea útil...
Espero que aquí encuentres ese mensaje a la medida de tu circunstancia:
Tu historia puede ser inspiradora:
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Haz click en la imagen y exploremos nuestro mundo desde nosotros, desde el otro, desde la magia...
Hay quienes parecen lograrlo todo al estar en todas partes, los aparentemente decididos, los evidentemente arriesgados, los que hacen mil cosas dentro de una sola; hay otros quienes, al contrario, parecen no correr, parecen no saber, parecen calmados ante la vida.
Cada ciclo que se cierra, es un vocero de la vida, que anuncia desesperado, que ella a mi me ha regalado, una nueva oportunidad, para hacer a voluntad, todas esas maravillas, que con mi alma sencilla, no he parado de soñar.
Siempre me maravillaban las apasionadas historias de amor que vi en las intensas tramas de grandes y pequeñas pantallas. Me imaginaba lo extraordinario que sería sentir la alegría de un corazón enamorado, la energía de un alma esperanzada y el alboroto de un cuerpo hechizado de pasión.
La gente que te quiere, te quiere a pesar del tiempo, te quiere tal como eres, te espera cuando te vas, se aleja cuando no tiene nada bueno que decirte. Se alegra por tu felicidad, te augura éxitos en tus caminos y te anima a nuevas empresas.
La gente que te quiere sabe que mereces respeto, conoce y acepta tus espacios, sabe llegar a tu corazón sin tumbar la puerta; es la gente que cree en ti, incluso a veces a pesar de ti mismo, y te alienta a lograrlo todo, fortaleciéndote en tus debilidades y ayudándote a reconocer tus fortalezas.
La gente que te quiere no tiene miedo de decírtelo y disfruta haciéndote saber tus virtudes y éxitos; te conocen desde adentro y entiende tus razones, están seguros de que tus palabras, actos, intereses, motivaciones e ideas, están hechos de verdad y buena fe.
Ellos no necesitan grandes explicaciones cuando yerras, porque están seguros de que fue solo un error, pero están dispuestos a mostrarte otro camino para corregir; son capaces de pensar en ti casi tanto como en ellos mismos, de preocuparse por ti, interesarse en tu bienestar, en tus problemas y tus logros.
La gente que te quiere no necesita razones para quererte, tan solo saber que tú estas dispuesto a permitirlo. Quiérelos por todo eso!!
En un día cualquiera, de mi entretenida y ocupada vida, apareciste tú; en un casual encuentro que parecía no revelar nada, pero que pronto se convertiría en el placer de conocernos, y más tarde, en el renacer de mi misma.
Hay personas tan perfectamente erradas en su proceder, que se labran un destino que los lleva a encontrarse, frontal e inminentemente, con las consecuencias de sus acciones…
Avanzando en nuestro intento, en una de tantas citas, decides hablar conmigo y explicarme unas cositas, que habías salido conmigo pues pensaste que me iba, y que no te gustaría, saber de mí cada día; que prefieres en tu vida aventuras y mujeres, y que ocuparte de mí, no seria lo que quieres. Todo eso me dijiste, pa’ que no me confundiera, para que a pesar de hacerlo, ya nunca más te quisiera, pero estas equivocado si crees que ya lo lograste, porque pueden mas los hechos y todo lo que me entregaste.
Cuando alguien usa las oportunidades de estar en tu vida para insistir en su equivocada percepción de ti y permites que sus recurrentes comentarios te hagan cuestionarte a ti mismo, te sientes agobiado por la duda y comienzas a evaluar si la imagen que proyectas de ti mismo es realmente un reflejo de tu interior.
Acto seguido, y como si fuera la forma más sabia para saber la verdad sobre ti, acudes a alguien más, alguien que quizá te conoce más, en quién crees más y que seguramente sabe mucho más acerca de ti.
Un día, sin más, pierdes tantas cosas en tu vida, que no te queda ni siquiera a que aferrarte, solo la obligación de hacerlo. Ese día, recopilas las pruebas de lo vivido en una cajita, guardas evidencias físicas de aquello que te colmaba para validar todos esos sentimientos que ya no podrás tener.
En, al menos, una de tantas experiencias vividas, te preguntaste sobre el porqué y el para qué de ella, sobre todo cuando en medio de la misma te sentías derrotado.
Siempre insiste en encomendarte a tus ganas, y dale poder a tus instintos; persigue todas esas metas que te hacen permanecer fuerte y confiado aun ante lo imposible. Pero concéntrate en obtener, más que en tratar de conseguir, o permanecerás eternamente en la lucha de alcanzar la felicidad.
Estoy perfectamente segura de que al menos una vez te has quejado de algo, quizá eres de lo que se queja de si mismo, quizá te quejas de tu familia, de tu vecino, de tu trabajo, de lo que tienes, de lo que careces, te quejas del cambio y de la constante, o peor aun, quizá hasta te quejas de todo.
¡No quiero amor! Una frase que ni siquiera debería existir pero que todos hemos gritado en silencio cada vez que nos escondemos de lo que amamos, cada vez que evitamos todo aquello que pudiera mágicamente invadir nuestro espíritu mas allá de nuestros propios planes y permisos, simplemente por miedo.
Cautivador resulta aquello que se dice sin decir, las miradas que revelan el espíritu, las caricias que parecen clave morse para el alma, las conquistas que parecen inocentes, los te quiero que se esconden tras detalles, los coquetos juegos de palabras y los enmarañados pensamientos que se pueden descifrar en un simple gesto.
Muchos se mueren por tenerla, se niegan a perderla y hacen de todo por defenderla, quizá en ella encuentran poder, el poder para explicar sus motivos y justificar sus acciones, quizá la necesitan para sentirse seguros y validarse a si mismos.
A tu vida, llegan personas e ideas, por las que te arriesgas, con la seguridad de que te harán aun mas feliz de lo que te hace creer en ellas; que te devuelven lo mejor de ti mismo con solo existir y que te son suficientes para atreverte a vivir.
Por el año que pasó, quiero agradecerte enormemente todo lo que me concediste, enseñaste, regalaste y perdonaste. Has renovado y liberado mi ser de la manera más maravillosa posible.
Todo es más fácil y prospero si se piensa en positivo sobre la unión de dos, si se aprecia lo sencillo y divertido que puede ser compartir con alguien que te agrada mientras disfrutas conociéndolo, y viviendo ese maravilloso riesgo de resultar enamorado, compartiéndote con alguien que puede llegar a amarte tanto como a tu rutina de vida, o simplemente regalarte experiencias nuevas.
“¡Es mejor estar solo!”, cuantas veces han dicho esto? …pero la verdad es que nadie quiere estarlo realmente, al menos no por mucho tiempo, y menos, por las razones equivocadas; estas voces solo gritan: “Quisiera estar lejos de sentir eso que aun no se manejar, a salvo de sufrir, seguro de ganar, confiado de no perder”. Y es que, claro,¿Quien querría exponerse tal y como es, para luchar por un sentimiento que lo deje totalmente vulnerable, y además arriesgarse a perder en el intento?.
Y si te preguntas que tenía aquel amante para hacerte suspirar y no quedarse a tu lado, si te preguntas como te conquistó o como te impulsó a amarlo, pudiera regalarte un listado de causales:
Imagínate, por un instante, que no tienes religión, ni trabajo; que tus ya padres no están; que no tienes amigos, ni enemigos; que no tienes pareja, ni hijos; pero que si tienes, dentro de ti, todo lo que te nutre de cada uno.
Aquello que deseas con ahínco y desesperación, es aquello en lo que depositas tus esperanzas, más por tener algo por lo que luchar, que por tener algo que alcanzar.
Cuando te niegas a recibir los buenos regalos que las personas, las situaciones y la vida te ofrecen, y rechazas las cosas que te pueden hacer feliz, estas sintiendo temor de ti.
De seguro has gastado gran parte de tus pensamientos, de tu tiempo, de tus reflexiones y de tus acciones, en la idea de recibir aprobación de los demás, y hasta de sentirte alabado por algunos y seguido por muchos otros.
Si quieres ser feliz, desecha de tu vida cualquier cosa, persona o situación cuya esencia ya no te resulte provechosa, hermosa o divertida...pero antes asegúrate de que eres capaz de tu felicidad
Cuando digo cuanto amo mi libertad y hacer lo que me da la gana, no me refiero echarme a perder la vida, hablo de no ser esclava de las limitaciones, hablo de no flagelarme resignándome a un destino equivocado.
Cautivador resulta aquello que se dice sin decir, las miradas que revelan el espíritu, las caricias que parecen clave morse para el alma, las conquistas que parecen inocentes, los te quiero que se esconden tras detalles, los coquetos juegos de palabras y los enmarañados pensamientos que se pueden descifrar en un simple gesto.
Y si te preguntas que tenía aquel amante para hacerte suspirar y no quedarse a tu lado, si te preguntas como te conquistó o como te impulsó a amarlo, pudiera regalarte un listado de causales: 
Cuando digo cuanto amo mi libertad y hacer lo que me da la gana, no me refiero echarme a perder la vida, hablo de no ser esclava de las limitaciones, hablo de no flagelarme resignándome a un destino equivocado.
